Regresamos con el Monitor de la Salud

En 2013 un grupo de profesionales de salud tuvo la oportunidad de producir, con cero experiencia, un programa radial. La motivación, que terminó superando a los temores de primíparos, era mejorar el nivel de información y argumentación sobre el funcionamiento del sistema de salud de Colombia. Esa necesidad era compartida por un grupo de activistas del magisterio Bogotano, quienes cedieron parte de un espacio radial que tenían contratado. Así, haciendo ensayo y error, este grupo de aprendices fue consolidándose y dándole forma al programa radial El Monitor de la Salud, que llegó a 213 emisiones hasta 2019.
En el programa radial, que se transmitía los domingos, se presentaban temas relevantes sobre el sistema de salud y se debatían junto a dos o tres invitados expertos. Por allí pasaron las principales figuras y líderes del sector de entonces, varios de los cuales hoy ocupan altos cargos en su dirección. En el programa se abordaron temas estructurales y temas de frontera que hoy siguen siendo materia de debate: las demandas por una reforma; las crisis recurrentes; los crecientes problemas financieros del sistema y sus aseguradores y deudas con sus proveedores y servidores, o el desmantelamiento y obsolescencia progresiva de la red pública. En ese primer ciclo informamos también sobre aspectos puntuales que reflejaban o incidían sobre esas dificultades: la atención a desastres, las epidemias, los efectos en salud del cambio climático, las políticas de formación de nuevos profesionales y especialistas, o la situación de los médicos en servicio social obligatorio, entre muchas otros. Asimismo, rendimos homenaje a instituciones o colegas destacados por su gran labor de construcción y aportes a la vida de nuestro sistema.
En esta historia también incidió la pandemia por Covid-19. Meses antes de su llegada, la emisora donde el equipo produjo el programa cambió sus políticas y se hizo imposible mantenerse allí. Contar con el espacio radial y con un sitio para su grabación fue siempre un aliciente, una ventaja y hasta una obligación para continuar sin interrupciones (excepto en los finales de año). Al grupo, esta contingencia —y luego la emergencia de la pandemia, que bien hubiera sido una oportunidad— le tomó fuera de guardia y quizá con otras prioridades a nivel individual. Pero al igual que ocurre en los ciclos de vida de nuestro planeta, esos cambios fueron incubando nuevamente las condiciones que nos permiten retomar hoy.
Volvemos por segunda vez y la filosofía que nos ha inspirado sigue intacta.
En primer lugar, nos sostenemos financieramente con los aportes de sus miembros y simpatizantes. Como consignamos en el primer periodo, el Monitor de la Salud “…es financiado exclusivamente con recursos propios de sus realizadores”. En segundo lugar, ratificamos nuestra visión sobre el sistema (y lo repetimos una y otra vez, a manera de credo) de aspirar a “…un sistema de salud de pagador único estatal, servido por prestadores de carácter público y privado, articulado en su planificación y administración, autodeterminado y autorregulado por sus actores en sus aspectos técnicos, culturales y éticos.”, donde se integre una buena administración, el conocimiento científico, y los valores y preferencias de los usuarios, que en funcionamiento democrático, hagan el mejor uso de los recursos disponibles y contribuyan al bienestar y desarrollo de nuestra sociedad.
En este nuevo periodo esperamos tomar lecciones del pasado, incorporar mejores herramientas comunicativas, y crecer en audiencia e influencia. Nuestra promesa de valor será mantener la mayor rigurosidad en los contenidos que produzcamos. En ese sentido, trataremos de compilar información, reunir y cultivar las opiniones de colegas conocedores, cuyos puntos de vista conviene sean escuchados por los actores y tomadores de decisiones en el sistema. Asimismo, presentaremos noticias, voces y reseñas de temas de coyuntura, y resaltaremos avances y trabajos encomiables que sirvan como herramientas y ejemplos para progresar. Así esperamos seguir, como en el primer día, nuestro deseo de tener una comunidad de profesionales y actores en el sistema de salud con mejor información y más elementos para discernir, debatir y dirigir los rumbos de nuestro sistema.